Margen Cero nació en Madrid en 1992 por lo cual tiene un larga trayectoria. Pero fue en 2001 cuando surgió la revista Almiar con la finalidad de ampliar el campo de participación y apoyar la creación personal y colectiva entre otras. "Hay mucha más ilusión, imaginación y fuera creativa que la que pudiera parecer de hacer caso a los teóricos interesados en el desencanto", apuntan en su página web.
En los meses de la pandemia estuve muy activa en cuanto a la difusión de mis escritos. Pues es mucho lo que tengo sin publicar y tantos días en casa encerrada me hicieron ponerme a la labor de recopilar y ordenar lo que tenía escrito. Les envié uno de mis relatos y en estos días se ha publicado en el número 116 de mayo-junio 2021 en la Revista Almiar (ISSN 1696-4807).
El relato que hoy podéis leer en esta revista es antiguo. Lo escribí cuando había acabado la licenciatura en la Universidad de Granada. Por esas fechas volví a La Línea de la Concepción y estuve un tiempo allí. Entre lecturas de Gabriel García Márquez y Faulkner, un taller de narrativa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, entre azules, mar y cielo, entre fronteras, entre el viento y el vuelo de las gaviotas. Ahí, de ahí, me salió este relato que hoy por fin, después de tanto tiempo, ve la luz.
No me gusta interpretar mis escritos, lo digo siempre, es como agotar los significados, las posibilidades de las palabras que están ahí expuestas en el papel, aunque sea un papel digital, ahí en la pantalla del ordenador o del móvil. "Mi Barca Micenas" es un relato soñador, contado por un pescador en primera persona, que llega todos los días al espigón y que reza un padrenuestro y sueña con el mar. El mundo que vemos y el que está más allá. El mar dentro del pescador, en el revés de sus ojos cegados por la raya de luz del sol reflejado. Un mar de ensueños que es lo que ha sido el mediterráneo, ensueños originados en la inmensidad de los tiempos, en ciudades ciclópeas como Micenas.
Sin más, os dejo el enlace:
Mi barca Micenas_ Revista Almiar
La foto con la que ilustro la entrada es una imagen que tomé con mi cámara (por aquel entonces rudimentaria) en mi viaje por Grecia en el año 2000. Son las puertas ciclópeas de Micenas, años antes de escribir este relato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario