Fue hace muchos años que escribí este relato. Lo hice en La Línea de la Concepción, en donde residía por ese entonces. Años después, en la tórrida Sevilla, me di a la labor de reescribirlo, corregirlo, mejorarlo. Por aquella época no paraba de plantearme las formas de contar un relato, ¿era más potente la primera persona? ¿resultaba mejor el narrador omnisciente, pero a la vez, no sería tal narrador algo demasiado trillado? Estaba trillado porque resultaba veraz, porque funcionaba. Lo que no funciona es lo que nadie usa.
Era joven, veintitantos, como cuando escribí la primera versión del “Proyecto Monkey”, estaba obsesionada con la lectura de leyendas, mitos, y con los textos de Mircea Eliade. Así que escribía de forma mítica. El Estrecho de Gibraltar está poblado de mitos de la antigüedad, pero ¿tendría cabida un mito moderno? Cuando oía hablar a las personas mayores, a los abuelos de mis amigos, la II Guerra Mundial era ya una especie de mito del siglo XX. Me lo parecía. Los bombardeos al peñón, los refugiados de la guerra, las historias de espías, de los alemanes, de los italianos. Buscar la estructura mítica.
Inventé este relato ideando la posibilidad de que los alemanes ganasen la guerra, pero también que todo fuera un malentendido. Desde la estructura mítica intenté explorar en la soledad y el encuentro con el otro.
Desde el peñón de Gibraltar se abre un lazo al anhelo humano de fraternidad, a la búsqueda de lo profundo del corazón. No sé bien si lo logré, los lectores dirán.
Se acaba de publicar en la revista Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y Humanidades, núm 122, (Enero-Marzo 2025). Podéis acceder al relato a través del siguiente enlace:
Relato: El Proyecto Monkey
Os animo a leerlo y que me dejéis en comentarios la impresión que os ha causado.