Aunque mi campo de
investigación son las religiones (realicé un Master en Religiones y Sociedades
en la Universidad Internacional de Andalucía) no he olvidado mi formación original
como historiadora del arte.
Hace años, colaboré en
una excavación arqueológica y desde entonces me ha interesado mucho el tema de
la prehistoria y por supuesto los orígenes de la humanidad. Suelo leer con
frecuencia artículos sobre los resultados de diversas excavaciones, sobre
descubrimientos de pinturas rupestres, sobre la interpretación que se hace de
los mismos y cada vez más veía la necesidad de escribir algo al respecto. Rara
vez se tiene la oportunidad de escribir sobre prehistoria, religiones y arte,
aún menos desde un punto de vista teórico.
Estaba un poco cansada
de la terminología utilizada a la hora de interpretar el arte prehistórico:
objetos rituales, con fines religiosos, representaciones de chamanes, los
hombres cazadores, las mujeres al cuidado del hogar, etc. Visiones que se me
hacían tremendamente etnocentristas y en muchos casos discutibles. Me parecía
que se estaba dando por sentado que la religión (con toda la carga cultural del
término) existía desde los orígenes del ser humano. Es por eso que pensé en
elaborar un artículo en donde plantear cuestiones como ¿Es el ser humano
religioso por naturaleza? ¿Es el arte desde sus orígenes un vehículo para la
expresión de la religión? ¿En qué consiste una religión? ¿Podemos usar términos
modernos como religión o cultura para referirnos a un pasado en el que no existían?
¿No estamos con ello proyectando nuestro presente, nuestra forma de ver y
comprender el mundo, nuestro idioma, sobre el pasado, sobre otra forma de ver
el mundo, sobre otro idioma? ¿Y no estaremos generando con ello un
malentendido?
Con esta, para nada
fácil misión, me puse a la labor de elaborar un artículo que ahora ve la luz
por primera vez en la revista Cartaphilus de la Universidad de Murcia. Lleva
por título “Los orígenes del arte. Una teoría para la estudio del arte en la
prehistoria”.
Os copio el resumen:
El presente artículo pretende ser
una reflexión en torno a qué precauciones debemos de tener en cuenta al abordar
el estudio del arte en la prehistoria. Asociar arte con religión o con cultura,
incluso patriarcado, todas ellas categorías del mundo contemporáneo supone un
sesgo etnocéntrico en las investigaciones en torno a la prehistoria. Debemos de
ser conscientes de que las palabras que usamos tienen un contexto
geolingüístico y temporal concreto y no están exentas de discusión. Presentamos
una aproximación a la discusión en torno a qué es una religión y cuáles son sus
elementos constituyentes; sobre la problemática en torno a la concepción del
ser humano como homo religioso; y apuntamos también a cómo estas
concepciones acaparan las interpretaciones sobre el arte prehistórico.
El enlace a través del cual podéis
acceder a él y bajaros el pdf de forma gratuita es el siguiente:
Por otro lado y para
las personas interesadas, en el pasado año esta misma revista me publicó otro
artículo. Se titulaba “Historia del vacío todopoderoso: reflexiones sobre el
arte zen y la estética contemporánea”. En él ahondaba otra vez en la temática
arte y religión, en este caso desde la perspectiva del budismo zen y del arte
contemporáneo. Dejo el enlace:
Sin más, despido esta
entrada con una imagen de mi autoría de las pinturas rupestres del Bacinete, como homenaje
al arte sureño del Estrecho de Gibraltar,
tan carente de protección y con tan poca inversión en investigación, pero con
mucha gente desinteresada trabajando intensamente en su valorización,
visibilización y estudio. Es también un homenaje a la tierra en la que vine a
este mundo y a sus más antiguos pobladores, aquellas personas que antes que yo
vinieron a parar a este lugar tan hermoso que es el campo de Gibraltar.
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