He trabajado con lanas de calidad y experimentado con diversos tipos de punto, siendo la espiga (punto al derecho y al revés) la estrella.
Para las bufandas me he centrado
en lanas matizadas que aportan una calidez especial a las piezas. Así realicé
dos bufandas, una con punto al derecho y al revés, en espigas, delgada y larguísima,
con unos colores preciosos. El resultado pueden verlo en las imágenes pero no
se imaginan el largo, da como cuatro vueltas en el cuello y lo mejor es que no
pesa nada.
La otra bufanda de lana matizada
tiene además una combinación de puntos a través de la cual hago un dibujo de rayas
que me ha gustado mucho. El acabado con pompones me encanta, se está
convirtiendo en una especie de sello personal, porque últimamente todo lo acabo
con pompones.
Por otra parte he realizado un
piquillo enorme también acabado con pompones y con la lana matizada. Es una
lana cara pero que me encanta, por eso hay tantos trabajos con ella esta
temporada.
También tengo un tapete en el que
combino colores que contrastan entre ellos, colores fuertes para un tapete
mediano que resalta y llama la atención donde lo coloques.
Y finalmente es el turno de las
mantas. Realizar una de estas mantas a mano lleva muchísimo tiempo y trabajo,
así que tan sólo tengo una novedad en el campo, es decir, a lo largo del verano
me he centrado en hacer tan sólo una manta. Es el trabajo de muchos meses en
los cuales estuve realizando apliques que posteriormente he ido cosiendo a
mano. Es grandecita y me resulta muy difícil fotografiarla entera, así que las
fotos que he realizado son parciales. Aprecien la combinación de tonos y el
tipo de aplique de crochet. Estoy contenta con el resultado.
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